El Boreto alla Graisana es una auténtica joya culinaria de Grado, una pequeña ciudad entre Venecia y Trieste que desde siempre ha estado muy ligada al mar. Tradicionalmente preparado por los pescadores con los restos de la pesca del día, este sencillo plato se condimentaba con aceite de oliva, ajo, vinagre blanco, sal y pimienta; la ausencia de tomates es lo que lo diferencia de un brodetto clásico. Lo que empezó siendo un plato de pobres es hoy en día un auténtico manjar, sobre todo cuando se prepara con rodaballo de la zona. El Boreto alla Graisana suele ir acompañado de polenta blanca y una copa de vino tinto, preferiblemente Merlot, Refosco o Cabernet.
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