La historia del pato pekinés se remonta a la dinastía Yuan de China del siglo XIII. Bianyifang, el restaurante más antiguo de Pekín especializado en pato pekinés, lleva en activo desde el reinado de Jiajing del siglo XVI, lo que da fe de la popularidad de este suculento y tentador plato. El pato se cocina hasta que la piel se vuelve dorada y crujiente y la carne se vuelve tierna, ligeramente dulce y húmeda. A continuación, tanto la carne como la piel se envuelven en finas tortitas o bollos blancos al vapor. Para preparar un auténtico kao ya de Pekín, el pato debe ser un pekinés americano de plumas blancas, colgado durante 24 horas y al que se le bombea aire a través de una pequeña perforación entre las pechugas y las alas. Normalmente se unta con una mezcla de jengibre, aceite, salsa hoisin, miel y vinagre de arroz, y luego se cuelga verticalmente y se asa lentamente hasta que queda perfecto. Cuando se sirve el plato, la piel suele ser lo primero que se sirve como aperitivo, seguida de la carne, que se acompaña de pepinos, cebolletas, salsa hoisin, bollos y panqueques. Con sus 400 años de historia, sabores exquisitos y una preparación elaborada, no es de extrañar que el pato pequinés sea uno de los platos chinos más famosos.
¡Sé el primero en reseñar Pekín ya está aquí!
¡Tu experiencia gastronómica importa! Comparte tu reseña y ayuda a otros amantes de la comida a descubrir este plato.
Explorar Más
Descubre nuevas experiencias culinarias