El po'boy es un sándwich único con una rica historia. Se originó en Luisiana a principios del siglo XX, cuando lo inventaron dos hermanos llamados Benny y Clovis Martin. Los Martin abrieron una tienda de sándwiches en Nueva Orleans y comenzaron a hacer po'boys con pan francés relleno de una variedad de carnes o mariscos, como rosbif, jamón y queso, albóndigas, ostras, cangrejos o camarones. Las combinaciones de ingredientes son prácticamente infinitas. El nombre del sándwich hace referencia al momento en que uno de los conductores de tranvía de Nueva Orleans, que estaban en huelga en ese momento, entró en la tienda de los Martin y alguien gritó: "¡Aquí viene otro po-boy!". El sándwich ganó gran popularidad debido al pan elaborado localmente, que es crujiente por fuera e increíblemente suave por dentro. Hoy en día, este clásico de Luisiana se sirve comúnmente con papas fritas y salsa, y se recomienda acompañarlo con una cerveza fría.
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