La ensalada Cobb, un ejemplo brillante del ingenio y la creatividad estadounidenses, se inventó en la década de 1930 en The Brown Derby, un famoso restaurante de Los Ángeles cuyo propietario, Robert Cobb, encontró algunas sobras en la cocina: huevos duros, verduras para ensalada, pechuga de pollo, aguacate, tocino picado, tomates y queso roquefort, entre otros. Mezcló todos los ingredientes con un poco de sal, pimienta y una vinagreta compuesta por aceite de oliva, vinagre tinto, jugo de limón, ajo y salsa Worcestershire, y la ensalada Cobb comenzó a ganar fama. La popularidad de esta ensalada compuesta se basa completamente en la preparación cuidadosa de cada ingrediente y sus texturas distintivas, desde jugosas hasta crujientes y cremosas. Es similar a un sándwich BLT sin pan y, gracias a una variedad de estrellas de cine que comieron en el restaurante, como Clark Gable y Lucille Ball, el plato saltó al estrellato y se convirtió en un símbolo de la cocina californiana. Aunque el restaurante está cerrado hoy, la tradición de consumir ensalada Cobb sigue siendo un alimento básico de la comida estadounidense.

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