El revuelto de gramajo es un popular remedio argentino para la resaca que se suele consumir y servir en el desayuno. Consiste en unos pocos ingredientes seleccionados: huevos revueltos, jamón en lonchas finas y papas fritas, aunque a algunos les gusta agregarle arvejas, pollo o cebollas. El gramajo se escribe con mayúscula porque supuestamente el plato fue inventado por un hombre llamado Artemio Gramajo. Sin embargo, existen múltiples teorías sobre los orígenes de este desayuno deliciosamente grasoso: la primera dice que el coronel Gramajo solía comer huevos fritos, papas, cebollas y jamón para el desayuno todos los días, mientras que la otra dice que el coronel era miembro de un club y restaurante exclusivo en Buenos Aires donde jugaba a las cartas y al billar, y solía pedir un plato especial de huevos revueltos, jamón serrano y arvejas. Existe también una tercera teoría que sostiene que otro Gramajo, Arturo, que era un playboy en París, pidió un plato de desayuno cuando la cocina estaba cerrada, por lo que le prepararon un plato con las sobras: jamón, huevos, pollo y papas fritas. Independientemente de los orígenes, una cosa sí es cierta: quien inventó el plato se apellidaba Gramajo.
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