La ensalada de tomate o salată de roșii es un plato sencillo y característico de la cocina rumana. Su preparación es relativamente sencilla, ya que consiste en cortar los tomates en trozos y mezclarlos con el aliño que se elabora combinando aceite de oliva, vinagre balsámico, cebolla y ajo con especias como el tomillo y la albahaca. Este tipo de ensalada se suele comer con pan fresco o combinada con requesón, e incluso puede servir como aderezo para una bruschetta. Al refrigerarla, el plato se macera en su propio jugo, aportando más sabor en el proceso.

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