Tradicionalmente asociada con el sur de Estados Unidos (y Virginia en particular), la tarta dulce de ajedrez consiste en una masa fina de hojaldre cubierta con una mezcla de huevos, mantequilla, vainilla, harina de maíz y varios edulcorantes. Al hornearse, el relleno se convierte en una crema espesa y aterciopelada, que se complementa mejor con una cucharada de crema batida sin azúcar. Entre las numerosas teorías sobre el origen y el nombre de las tartas de ajedrez, la más razonable dice que evolucionó a partir de la tarta de queso británica, un término que antiguamente se usaba para designar varias tartas con rellenos similares a este clásico sureño.

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