Como su nombre indica, este plato francés consiste en una cabeza de ternera, que se hierve durante mucho tiempo hasta que la carne se ablanda y la piel adquiere una consistencia gelatinosa. La lengua y el cerebro también se hierven por separado con una combinación de especias, y los tres tipos de carne se sirven juntos en rodajas gruesas en una bandeja con las verduras que se utilizan para cocinar, normalmente patatas y zanahorias, y un chorrito de salsa ravigote. Aunque el plato tiene numerosos orígenes supuestos, el famoso escritor francés Gustave Flaubert lo remonta a la celebración británica de la decapitación del rey Carlos I. Después de la Revolución Francesa y otra decapitación muy conocida, los franceses siguieron su ejemplo. Este mismo plato solía prepararse con una cabeza de cerdo, sin embargo, en algún momento (y por razones desconocidas), el cerdo pasó de moda y se empezó a utilizar la cabeza de ternera en su lugar.

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