El pastel escocés es un plato tradicional escocés, conocido por su singular masa de doble corteza rellena de cordero picado u otra carne. El pastel se caracteriza por su forma redonda y poco profunda y una distintiva masa de masa hecha con agua caliente, que es lo suficientemente resistente como para mantener su forma incluso cuando no se hornea en un molde para pastel. Históricamente, los pasteles escoceses se hacían con cordero, pero hoy en día, pueden rellenarse con carne de res, cordero o una variedad de otras carnes, a menudo condimentadas con especias y cebollas para realzar el sabor. El diseño del pastel, con una tapa en la parte superior pero sin masa en la parte inferior, permite comerlo fácilmente con la mano, lo que lo convierte en un refrigerio popular en los partidos de fútbol y otros eventos al aire libre en Escocia. También es un artículo básico en las panaderías y carnicerías escocesas. El pastel escocés a menudo se sirve con puré de papas, frijoles horneados u otros acompañamientos.

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