El aligot es un plato francés que lleva puré de patatas, queso fundido, nata y ajo machacado. Esta combinación da como resultado una mezcla cremosa, elástica y aterciopelada similar a la fondue. El plato es una especialidad de L'Aubrac, una región situada en el sur de Francia. Se cree que el aligot fue inventado por monjes que vivían en los monasterios regionales y que a menudo eran visitados por peregrinos en su camino a Santiago de Compostela, un lugar de peregrinación en el norte de España. La versión original incluía una combinación de pan y queso, pero el plato adquirió su forma definitiva en el siglo XVI, tras la introducción de las patatas. El aligot se suele servir junto con salchichas, ternera asada, cordero y cerdo. Tradicionalmente, se prepara con el queso local Tomme, pero las variedades modernas suelen incorporar mozzarella o cantal.
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