Arrosticini

Los arrosticini, también conocidos como arrustelle o rustelle en el dialecto local, son brochetas hechas con castrato, la carne de oveja, cordero o, a veces, incluso cordero castrado, tradicionalmente asadas a la parrilla en un brasero alargado encendido por carbón llamado fornacella. Uno de los platos de carne más populares de la cocina italiana moderna, estas brochetas fueron antaño un alimento básico de los pastores que vivían en las zonas montañosas de Abruzzo, preparadas simplemente con restos de carne de oveja de menor calidad. Hoy en día, los arrosticini se hacen con cortes más tiernos y bien veteados mezclados con grandes trozos de grasa ovina, lo que los hace particularmente suculentos. Las brochetas a veces se sazonan con hierbas mediterráneas, aunque lo más frecuente es que simplemente se les agregue generosamente sal al gusto y luego se doren hasta que estén casi carbonizados. Los arrosticini se pueden encontrar en casi cualquier pueblo y ciudad de la región, especialmente cerca de la montaña Gran Sasso, pero también están disponibles ya preparados en numerosos supermercados. Al estilo tradicional de Abruzzo, para disfrutar al máximo de la ternura y el rico sabor de la carne a la parrilla, los arrosticini se sirven bien calientes y suelen ir acompañados de rebanadas de pane unto, un pan de masa fermentada casero y crujiente que se asa a la parrilla y se rocía con aceite de oliva virgen extra. En cuanto al maridaje, los arrosticini van de la mano con una copa de Montepulciano d'Abruzzo.