Los panqueques se consumen tradicionalmente en América del Norte y Canadá, hechos con una masa rica en almidón, huevos, leche y mantequilla. Su origen es probablemente alemán, ya que la receta tradicional de Pfannkuchen fue traída por inmigrantes alemanes que se establecieron en los Estados Unidos en los siglos XVIII y XIX. El panqueque tiene una apariencia y un sabor similares a los del crèpe francés, pero difiere en diámetro (5 a 10 cm) y grosor. El grosor se logra mediante el uso de un agente leudante, ya sea bicarbonato de sodio o levadura nutricional. Los panqueques estadounidenses y canadienses se sirven típicamente para el desayuno, en una pila, cubiertos con jarabe de arce y mantequilla. A menudo se sirven con guarniciones como tocino, tostadas, huevos o salchichas. Otros aderezos populares incluyen varias mermeladas, mantequilla de maní, nueces, fruta, miel, jarabe de caña y melaza. También se pueden agregar especias como canela, vainilla y nuez moscada a la masa. Los pueblos indígenas de América del Norte enseñaron a los colonos europeos a recolectar y procesar el jarabe de arce, y la práctica fue adoptada y mejorada gradualmente. La provincia canadiense de Quebec es el mayor productor de jarabe de arce, con aproximadamente el 76% de la producción mundial. En Canadá, el jarabe debe elaborarse exclusivamente a partir de savia de arce y debe contener al menos un 66% de azúcar. Los panqueques con jarabe de arce son un alimento básico canadiense, una delicia ligera, esponjosa y dulce que se puede encontrar prácticamente en cada esquina de Canadá.

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