Filete Salisbury

La suculenta hamburguesa conocida como filete de Salisbury se creó por primera vez a finales del siglo XIX. Recibió el nombre de su inventor, el famoso médico estadounidense James Henry Salisbury. Después de casi 30 años de investigación en el campo de la nutrición, la columna vertebral de su dieta recomendada incluía la ingesta elevada de proteínas en forma de hamburguesa de carne picada. Cuando apareció por primera vez el filete de Salisbury, la sola imagen de una hamburguesa hecha completamente de carne picada podía fácilmente abrir el apetito, e incluso más tarde, en la década de 1950, estos robustos trozos de carne eran una forma barata de obtener la cantidad diaria de proteínas y, con el tiempo, se convirtieron en un alimento básico para las cenas televisadas acompañadas de tater tots, salsa, mezcla de guisantes y zanahorias y, por supuesto, el postre de manzana. Junto con la carne picada, el tradicional filete de Salisbury también lleva cebollas y leche, con el añadido de huevos y pan rallado que mantiene unidos los demás ingredientes. El filete Salisbury generalmente se cocina a la parrilla o al horno, pero también se puede freír, mientras que los extras de esta hamburguesa generalmente incluyen champiñones o cebollas a la parrilla.