Se trata de una variedad especial de pan de jengibre duro y de color marrón que se elabora en Aquisgrán desde la década de 1820. El término printe hace referencia al uso de moldes de madera tallados en los que se prensa la masa durante la producción. Al estar protegidos regionalmente, los printen de Aquisgrán solo pueden producirse en Aquisgrán y en algunos pueblos vecinos. La masa se elabora con harina, azúcar y especias exóticas como canela, anís o jengibre, que aportan un sabor único al pan de jengibre. Los printen recién horneados siempre son duros, pero como mucha gente prefiere los pasteles tiernos, también se ofrecen en una versión blanda. Los expertos juran que los printen saben mejor si se dejan unos días para que desarrollen todo su sabor.

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