Knäckebröd es el nombre original de este famoso pan crujiente sueco. Aunque se considera una variedad de pan, su textura crujiente y su forma fina tienen más similitudes con las galletas saladas. El ingrediente clave es la harina de centeno, que era el elemento principal de la versión original. Hoy en día, se utilizan una variedad de semillas como las de sésamo, girasol, calabaza o lino para crear diferentes versiones de este pan crujiente. La tradición de preparar knäckebröd en Suecia surgió en una época de penuria, hace aproximadamente 500 años, cuando el pan se consideraba un alimento raro y lujoso. Esta forma de preparación, que utiliza un pequeño porcentaje de agua, permite que el pan se mantenga crujiente y fresco durante un período de tiempo más largo. Hoy en día, la mayoría de estas galletas saladas se producen en fábrica, pero su fácil preparación y su cómodo almacenamiento las convierten en una opción casera estándar. Ligero, fácil de partir y manipular, es un acompañamiento perfecto que se sirve junto con una variedad de aperitivos, salsas, embutidos, salmón ahumado, queso y untables de frutas. En Suecia, es un ingrediente básico del desayuno que también se consume comúnmente como refrigerio o cena ligera.

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