El mole blanco es un tipo poco común de mole que se prepara para eventos especiales como Pascua o Navidad. Espesa, con sabor a nuez y extremadamente cremosa, la salsa se compone de almendras, cacahuetes, piñones, almendras españolas, ajo, cebolla, chiles habaneros y caldo de pollo. Su riqueza es un resultado directo de la mezcla de piñones blancos, almendras, cacahuetes y aceite de coco. Tradicionalmente, el mole blanco se presenta con pípí o chitapí, una flor comestible que crece en los árboles de la región mixteca de Oaxaca. La salsa se puede servir con chiles rellenos, conejo o platos de pollo. En el pasado, el mole blanco se preparaba en un molcajete de piedra con un tejolote (mortero mexicano), pero los cocineros de hoy tienden a utilizar una licuadora.

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