La sopa de pollo danesa se suele preparar con un caldo de pollo claro y sabroso, verduras como zanahorias y puerros, albóndigas de cerdo o ternera de tamaño pequeño y bolas de masa hervida. Suele estar condimentada con diversas hierbas frescas como tomillo y perejil, y la carne de pollo se desmenuza principalmente y se utiliza en otro clásico danés, las minitartas cremosas de höns i asparges. La sopa de pollo, abundante y nutritiva, es un clásico de los restaurantes, así como un plato tradicional casero.

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