Este clásico taiwanés consiste en trozos de pollo del tamaño de un bocado que se marinan principalmente en una sabrosa combinación de salsa de soja, ajo, jengibre, vino de arroz y varias especias. Luego, los trozos se recubren con almidón de patata o maíz y se fríen hasta que estén crujientes. El plato suele prepararse con muslos de pollo deshuesados y, aunque los condimentos tradicionales incluyen sal, pimienta y cinco especias, las variaciones modernas pueden emplear una variedad de especias como polvo de algas marinas, mostaza en polvo o pimienta de Jamaica. El pollo con palomitas de maíz taiwanés se conoce por muchos nombres y es uno de los platos callejeros icónicos que se disfrutan en todo el país. El plato suele servirse sin salsa de acompañamiento, pero con frecuencia viene adornado con hojas de albahaca fritas.

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