Uno de los tipos de pasta italianos más populares son los tortellini, una intrincada creación hecha con una variedad de ingredientes envueltos de forma segura dentro de una capa de pasta de huevo, creando una bolsa que luego se dobla en forma de anillo. Se los conoce comúnmente como ombligos, y tienen su origen en la famosa leyenda que afirma que un chef los creó después de ver a la diosa Venus y lo modeló según el aspecto de su ombligo. El primer registro escrito de los tortellini se remonta al siglo XVII, aunque es probable que se crearan antes. Se cree que son originarios de la zona de Emilia-Romaña, específicamente de las ciudades de Módena y Bolonia. A diferencia de otras variedades de pasta, los tortellini se consideraban un alimento lujoso, que generalmente se servía durante días festivos o festividades importantes. El relleno que se solía utilizar en esa época incluía ingredientes suntuosos como prosciutto, mortadela, queso parmesano, panceta, carne de res o ternera, todos finamente picados para crear un relleno denso. Los tortellini se pueden servir en caldo o salsa, pero según la tradición, la única forma correcta es servirlos sumergidos en un caldo chisporroteante, generalmente hecho con pollo o ternera. Servirlos en sopa promueve los tortellini como el ingrediente estrella, no eclipsados por una salsa fragante o montones de parmesano. La forma original de preparación y servicio no ha cambiado drásticamente; los tortellini todavía se hacen con pasta de huevo tradicional y utilizan los mismos ingredientes para crear un relleno sustancioso. Sin embargo, hoy en día, las variaciones modernas agregan ocasionalmente colorantes naturales a la pasta, como espinacas y remolacha, y se usan más a menudo salsas de tomate, crema o similares al ragú para acompañar los tiernos tortellini. Hoy en día, esta pasta refinada se considera un ingrediente común, apreciado en Italia y en todo el mundo. Generalmente se produce en fábrica, pero las variedades caseras, que utilizan pasta fresca, se consideran un verdadero manjar. También existen los tortellacci, que son básicamente una versión agrandada de los tortellini.

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