Los huevos Benedict son un desayuno o brunch que consiste en mitades tostadas de un panecillo inglés cubiertas con una loncha de jamón o tocino, un huevo escalfado y salsa holandesa. Aunque existen numerosas teorías sobre el origen del plato, la mayoría de la gente está de acuerdo en que el mérito debe atribuirse al restaurante Delmonico's. Se cree que el chef de Delmonico, llamado Charles Ranhofer, inventó el plato en la década de 1860 para una clienta llamada Sra. LeGrand Benedict, que quería comer algo nuevo. Ranhofer incluso publicó la receta en su libro de cocina, The Epicurean, publicado en 1894. Independientemente del inventor, los huevos Benedict se encuentran hoy en día en todo el mundo, en numerosas variaciones como los huevos Mornay, Florentine, Blanchard, Hussarde y Cochon.
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